

Discover more from Aaron’s World - My 2 Sats:
19. Using a credit card to finance your lifestyle or business... a dangerous path. / Usar una tarjeta de crédito para financiar tu estilo de vida o tu negocio... un camino peligroso.
(Versión en español al final de la página)
Hello and welcome. Today, I want to delve into one of the most dangerous tools ever invented: the credit card. It could be one of your finest allies, yet it has the power to dismantle everything you've worked for. So, clutch your cup of coffee or beverage of choice, and let’s begin.
Let's kick off with the fundamental notion that a credit card isn't tangible money. Whaaaat? Yes, a credit card is among the most costly personal loans you could ever undertake. If you possess a solid credit standing, the bank will grant you the privilege to borrow at an exceptionally low interest rate. However, if you lack this advantage and genuinely can't fulfill the payment commitments, there's another option available to you: the infamous credit card.
On average in the US, the interest rate hovers around +20% for a credit card. Consequently, when you opt to borrow from the bank or the credit card company for a purchase, or even for financing a business, you are essentially consenting to a 20%+ additional annual charge for that convenience. Yes, immediate satisfaction comes at a high cost. The predicament lies in the fact that you probably aren't engaging in the complete mathematical calculations involved in the process. That 20% APR (Annual Percentage Rate) is calculated on an annual basis. Hence, if you decide on a 2-year financing term, you're looking at a total interest of 40% on that purchase, unless you're capable of making hefty payments, which we've already established you're unable to do. Once again, instant gratification carries a hefty price tag.
Within the United States, you're introduced to the tantalizing game of the 0% introductory APR. Essentially, it lures you into incurring debt, with the assumption that you can settle it within the promotional period. Nevertheless, as soon as this timeframe elapses, they hit you with a 30% interest rate on the entire sum. Feeling overwhelmed by all these numbers? Well, if this seems complicated to you, you might want to reconsider your suitability for using a credit card.
The credit card serves as a tool for those who can comfortably afford their purchases, but opt to employ the available funds for an investment promising returns surpassing +20% annually, after accounting for taxes and expenditures. If you don't fall within this category, it's advisable to shed your credit card debt as soon as possible and not rely on it to perpetuate a façade of a lavish lifestyle. Many individuals finance their credit card payments through their salary, effectively translating to working to cover the principal purchase amount, plus the superimposed interest. Unless you believe that your time holds less value than your most recent credit card acquisition, I encourage you to read the final paragraph again!
I firmly believe that the credit card stands as the perfect example of the cost of instant gratification and the misguided management of personal finances. In a world without these financial instruments, you'd genuinely need to hand over actual cash to get goods and sustain an opulent way of life. Prices and authentic necessities would adopt a more pragmatic stance. Visualize being unable to resort to your credit card to remunerate your favored influencer for a bathroom dance, witnessing drug dealers and felons being glorified as heroes on your treasured TV series, standing in line to have someone brew you a cup of coffee, or buying those shoes destined to be rendered worthless within two years. You'd be forced to meticulously assess every purchase... or worse yet, work extra hours to ensure the ability to make the payments.
Exercising prudence and spending less than your earnings, channeling your time and resources toward nurturing your career, business endeavors, pursuing your passions, or meticulously planning a seamless retirement, stands as the ultimate aspiration. The icing on the cake is that this approach inherently cultivates wealth.
Credit cards, personal loans, auto loans, and mortgages conjure a deceptive illusion of purchasing power, a concept elusive to many. Know your limitations to learn and forge ahead. My challenge for you this week is to dissect your personal balance sheet. What's your income, and what are your expenditures? Evaluate whether the allure of borrowing has created a life of expenditures that you genuinely cannot sustain. If this is the case, draft a strategy for rapid debt repayment and liberation. You'll be reaping a +20% return or more on your investment, priming you for effective future planning. As for me, I'll be steering clear of debt and persistently accumulating cheap satoshis (Bitcoin). As the bitcoiners proclaim: TIK TOK, NEXT BLOCK!
See you next week!
Thank you very much for taking the time to read, and make sure to pass along this article if you find some value in it.
The content that I share is purely for educational and entertainment purposes, based on my personal experiences and opinions. It is not intended to be taken as financial or life advice, nor should it be used as a substitute for professional guidance.
Aaron Copenhaguen - aaroncopenhaguen.com
Versión en español:
¡Hola y bienvenidos! Hoy quiero adentrarme en una de las herramientas más peligrosas jamás inventadas: la tarjeta de crédito. Podría ser uno de tus mejores aliados, pero también puede destruir todo aquello por lo que has trabajado. Así que agarra tu café o bebida preferida y comencemos.
Empecemos con el concepto básico de que una tarjeta de crédito no es dinero real. ¿Queeeeeeé? Sí, una tarjeta de crédito es uno de los préstamos personales más costosos que puedas tomar. Si tienes buen crédito, el banco te permitirá pedir prestado a una tasa de interés muy baja. Pero si no lo tienes y realmente no puedes devolver los pagos, también hay una opción para ti: la infame tarjeta de crédito.
En promedio, en los Estados Unidos, la tasa de interés es +20% para una tarjeta de crédito. Así que básicamente, al pedir prestado al banco o a la compañía de tarjetas de crédito para una compra o para financiar un negocio, estás aceptando que estás dispuesto a pagar un 20%+ extra por año por ese beneficio. Sí, la gratificación instantánea es costosa. El problema es que probablemente no haces toda la matemática para entender el proceso. Ese 20% de TAI (Tasa Anual de Interés) es por año. Así que, si financias durante 2 años, es un total de interés del 40% sobre esa compra, a menos que hagas pagos enormes, lo que ya acordamos que no puedes hacer. Nuevamente, la gratificación instantánea es muy costosa.
En los Estados Unidos, te encuentras con el pequeño juego de la Tasa de Porcentaje Anual introductoria del 0%, que básicamente te seduce a endeudarte, asumiendo que puedes pagarla durante el período promocional. Pero tan pronto como ese período termina, te cobran un 30% de interés por la cantidad total. ¿Demasiados números? Bueno, si esto te suena complicado, no estás en condiciones de usar una tarjeta de crédito.
La tarjeta de crédito es una herramienta para aquellos que pueden permitirse las compras, pero deciden usar el efectivo disponible para una inversión que traerá más de un +20% de retorno por año después de impuestos y gastos. Si no estás en ese grupo de personas, deshazte de la deuda de tarjeta de crédito lo antes posible y no dependas de ella para sostener tu estilo de vida falso. Muchas personas financian sus pagos de tarjetas de crédito con un salario, así que básicamente están trabajando para generar el precio de compra más los intereses que pagarán por encima del costo inicial. A menos que creas que tu tiempo vale menos que lo que acabas de comprar, ¡lee de nuevo el último párrafo!
Creo que la tarjeta de crédito es el ejemplo perfecto del costo de la gratificación instantánea y la mala gestión de tus finanzas personales. En un mundo sin estas herramientas, en realidad tendrás que proporcionar dinero real para comprar cosas y mantener un estilo de vida costoso. Los precios y las necesidades reales se volverán más realistas. Imagina no poder usar tu tarjeta de crédito para pagarle a tu influencer favorito por un baile en el baño, ver a traficantes de drogas y asesinos convertirse en héroes en tu programa de televisión favorito, hacer fila para que alguien te haga café o comprar esos zapatos que no valdrán nada en 2 años. En realidad, tendrás que tomar una decisión para cada compra... o peor aún... trabajar horas extras para hacer esos pagos regulares.
Gastar menos de lo que ganas y usar tu tiempo y dinero para construir tu carrera, negocio, seguir tu pasión o prepararte para un retiro muy tranquilo es el objetivo. La parte genial de hacer todo esto es que te vuelves rico por defecto.
Las tarjetas de crédito, los préstamos personales, los préstamos para autos y las hipotecas crean una falsa sensación de poder adquisitivo, y no todos podemos entender esto. Conoce tus limitaciones para que puedas aprender y avanzar. Mi desafío para ti esta semana es analizar tus finanzas y tu presupuesto personal. ¿Cuánto ganas y cuánto gastas? Observa si la capacidad de endeudarte con tarjetas y prestamos, te ha atrapado en gastos que en realidad no puedes permitirte. Si es así, elabora un plan para pagarlos lo antes posible y salir de la deuda. Estarás obteniendo un retorno de +20% o más en tu dinero, y estarás listo para planificar tu futuro. En cuanto a mí, simplemente me mantendré alejado de la deuda y seguiré acumulando Satoshis baratos (Bitcoin). Como dicen los entusiastas de Bitcoin: ¡TIK TOK PRÓXIMO BLOQUE!
¡Nos vemos la próxima semana!
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer, y asegúrate de compartir este artículo si encuentras algún valor en él.
El contenido que comparto es puramente con fines educativos y de entretenimiento, basado en mis experiencias y opiniones personales. No pretende ser tomado como consejo financiero o de vida, ni debe ser utilizado como sustituto de orientación profesional.
Aaron Copenhaguen - aaroncopenhaguen.com